CONTRATAPA: 
                
              “Cada formulación de la paz, ya sea con la escritura o con 
                el pincel de sus autores, transforma, de alguna manera, a 
                los destinatarios, los lleva a transitar esa escala de valores 
                en la que el amor, la amistad y el respeto a todos sin 
                distinción de razas o culturas, es un significativo diálogo 
                cordial que contribuye a esa paz del mundo que ansiamos 
                con fe y esperanza”. 
               
                Profesora Bertha Bilbao Richter 
                Secretaria de Cultura del ILCH 
                 
                
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            SOLAPAS:               
              Declaración de Paz 
                “La esperanza de todas las eras es 
                un mundo unificado de paz” 
                Primero: El conflicto y el recurso 
                a la violencia tienen sus raíces en 
                la ruptura del diálogo en las 
                relaciones humanas y se origina en 
                el alejamiento de nuestros más 
                altos ideales y aspiraciones. La 
                agresión es un síntoma de un 
                fracaso social, moral y espiritual. 
                Si realmente queremos terminar 
                con la violencia y las armas de 
                destrucción masivas, debemos 
                comprometernos a un despertar 
                moral y espiritual. 
                Segundo: Una paz duradera no 
                puede asegurarse por una mera 
                reducción de armas y arsenales 
                nucleares, sino que debe asentarse 
                en el crecimiento de la solidaridad 
                en el ámbito de la comunidad y el 
                reconocimiento que somos todos 
                hermanos y hermanas que 
                comparten un mismo hogar 
                planetario, un mismo origen y 
                herencia espiritual. El 
                entendimiento que somos una 
                gran familia bajo un mismo y 
                único Dios hace surgir la voluntad 
                colectiva de poner fin a los 
                conflictos violentos. 
                Tercero: La familia, siendo la 
                piedra angular de la sociedad, es 
                como la escuela primaria de la 
                ética, la institución donde los 
                niños deben aprender las normas 
                de respeto, los valores y el servicio 
                a los demás. Fortaleciendo el 
              matrimonio y tales familias 
               
              
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              podremos establecer una cultura 
                de convivencia y fraternidad. Y si 
                se resuelven las diferencias sin 
                apelar a la violencia y a las armas, 
                incontables recursos podrán ser 
                reasignados al desarrollo humano 
                de sociedades y pueblos. 
                Cuarto: Sólo la ley no puede 
                cambiar la cultura de violencia, 
                sino que tiene que ser sostenida 
                por significativos programas 
                educativos tendientes a la 
                formación del carácter, la 
                resolución de conflictos y la 
                promoción de una cultura del 
                encuentro, el diálogo, la 
                cooperación y el servicio a los 
                demás. Los hombres y las mujeres 
                que han sido educados con estos 
                valores, cumplirán sus 
                obligaciones y responsabilidades 
                hacia los demás, respetarán y 
                vivirán para el bien de su 
                comunidad y nación, en armonía 
                con otros pueblos y culturas, y con 
                nuestro ambiente natural. 
                UPF Argentina adhiere y 
                celebra el Día Internacional de 
                la Paz, establecido en 1981 por 
                Resolución 36/67 de la ONU, que 
                invita se dedique cada 21 de 
                septiembre “a reforzar los ideales 
                de la paz en todas las naciones y 
                pueblos del mundo”. 
                Buenos Aires, 21 de septiembre de 
              2013.-  |