Malvinas. Para los chicos es un libro que llena un vacío,
porque si bien hay suficiente documentación de variadas fuentes
acerca de esas Islas y su historia, la adecuación de la transferencia
de la información a la escolaridad primaria se hace difícil para los
docentes, que no siempre logran una satisfactoria sistematización
de los conocimientos que imparten o que ayudan a construir a
sus alumnos.
En el título del libro de Martha Dora Arias también se explicita
a quiénes está dirigido su esfuerzo de educadora especializada
en Planeamiento Educativo y Psicología Social con larga
experiencia en la Formación Docente, siempre preocupada por
la calidad de la educación del país, esta ciudadana que ha vivido
en 1982 una guerra que puso en nuestra bandera un crespón que
enluta nuestra conciencia y el omnipresente sentimiento de Patria
soberana.
En el Portal de su libro, Arias manifiesta su propósito de presentar
ese fragmento de nuestra historia – de ayer a hoy – como
si fuera un cuento, cuyo punto de partida es el ámbito natural de
esas tierras reclamadas de manera persistente y en cuyo cierre los
lectores internalizarán las actitudes, los valores y los sentimientos
de sus defensores y de los que aún soñamos con una justicia fundada
en el derecho y en la paz.
Los Fundamentos de este libro, sólidos y convincentes, están
dedicados en especial, a los docentes y eventualmente, a los padres
de los neolectores.
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Las ilustraciones de Alejandra Romero aportan la cuota de dulzura
e inocencia que se pretende en libros para niños. Las portadillas citan
breves textos, a manera de epígrafes, de pensadores y guerreros que
reflexionaron sobre la libertad, la justicia y la paz. La editora, Graciela
Licciardi, una vez más demuestra su profesionalismo.
En cuanto al texto de Martha Dora Arias, hay momentos en que la
Gran Malvina y la isla Soledad están casi personificadas en su “bosquejo
biográfico y descriptivo” en el que se dan a conocer – de manera
tan sencilla y simple como es posible – nuestros derechos sobre
las Islas y las más antiguas controversias por su posesión, para transformarlas
en colonias pesqueras y foqueras, hasta 1816 en que nuestro
país se instala con su primer gobernador Luis María Vernet, cuya hija,
Malvina Vernet Saez figura como la primera niña argentina nacida en
esas tierras que, por obra de su padre, se hicieron ricas en pesca, cuero,
aceite de lobo, cría de ganado ovino y por otras actividades rentables
que despertaron la codicia, en especial de loberos y balleneros que
cazaban sin control amparados por la fuerza de goletas de los EE.UU.
e Inglaterra, siempre amenazantes.
Después del cañoneo de la isla Soledad, Vernet detuvo a una goleta estadounidense y llevó detenidos a Buenos Aires a los responsables. A partir de 1831 se sucedieron otras acciones de prepotencia inglesa que culminaron en la posesión de las islas. 1834 marca un hito histórico con la acción del gaucho entrerriano Rivera y seis peones que habían llegado a las Islas con Vernet.
Se sublevaron ante sus patrones extranjeros por no recibir sus salarios,
arriaron la bandera británica e izaron la celeste y blanca, pero fueron
apresados, ajusticiados y posteriormente abandonados en Montevideo.
La autora se detiene luego en un presente en las Islas: sus habitantes,
sus costumbres, sus fiestas, su educación, su moneda, su comunicación
con el mundo. No está ausente la descripción fito zoo geográfica, sus
cultivos y cría de ganado.
La guerra de 1982 muestra el júbilo de nuestro pueblo por la recuperación
de Malvinas, la solidaridad de todos con los movilizados, en
especial de los escolares con los combatientes; pero también la desilusión
ante la justificada rendición de nuestras tropas el 14 de junio de
1982. Queda muy claro el concepto de Héroes de Malvinas y del honor
que merecen los que quedaron en el Cementerio de la Isla Soledad.
Consciente del dinamismo de los procesos históricos, Arias se refiere
a los reclamos de restitución de las Islas al patrimonio nacional y al
apoyo de los organismos internacionales a nuestros pedidos.
Una parte del libro está dedicada a los recursos pedagógicos que
ofrece la autora para la construcción y asimilación de los conocimientos
mediante juegos didácticos y poemas en los que demuestra su
vocación por las letras.
En síntesis, un libro que merece ser incorporado en la bibliografía de
todo docente de escolaridad primaria.
Lic. Bertha Bilbao Richter
Miembro de Número de la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil.
Secretaria de Arte y Cultura del Instituto Literario y Cultural Hispánico (ILCH.) |