Así eran las cosas
Todo estaba muy desordenado y parecía que nunca íbamos a poder acomodar tantos petates. Sin embargo, a la semana de mudarnos y en las manos de mamá, la casa que estaba muy cerca del Hospital Monte Sinaí, ya lucía en perfecto orden.
Ni bien nos terminamos de instalar, salimos a comprar provisiones para un par de semanas, eso era todo lo que soportaba nuestro refrigerador.
La vida era nueva y normal, todo lo normal que nos permitía la ignorancia, habíamos vivido toda la vida en Buenos Aires, pero mamá buscaba una nueva coyuntura y ambas creíamos que aquí la íbamos a encontrar.
Era la primera navidad fría y con nieve, esta vez nos tocaba pasarla solas, mis hermanos seguían estudiando en Argentina y mi papá ya no estaba entre nosotros, al menos físicamente.
Los medios apenas comenzaban a hablar de un virus nuevo, con un nombre atípico, que, creyéndose Dios, pronto se convertiría en el único dueño de la vida y de la muerte. Un enemigo invisible que podía estar en cualquier parte y en todas a la vez, nada se sabía de él, excepto algunas especulaciones que daban cuenta de su origen, pero estábamos muy lejos de descifrar sus cepas.
Para marzo estábamos inmersas en plena pandemia. Los médicos no daban abasto, Nueva York estaba devastada, era la ciudad con más víctimas en todo Estados Unidos. Sé que mamá, aunque no lo decía, se arrepentía a cada minuto y con cada célula de su cuerpo, no teníamos resto para quedarnos sin trabajar, como haríamos para subsistir hasta el final de la pandemia, en un país tan ajeno como capitalista.
Nadie sabía cuánto tiempo más iba a durar, ni que hacer para frenar los contagios.
La muerte ocupaba demasiado espacio y los cuerpos se acumulaban en los pasillos de los hospitales, lastimosamente no había sepelios que dieran lugar a tristes despedidas, solo un cúmulo enorme de bolsas negras con etiquetas improvisadas eran arrastradas hasta el interior de contenedores refrigerados, anclados en las inmediaciones de los hospitales, en el medio de la ciudad, era caminar de vuelta a casa y saber que ahí a pocos metros estaban guardados sin descanso, ni paz. Las fosas comunes llegarían al fin, como en todas las guerras, pero esta vez para igualar a ricos con pobres y a ignotos con famosos.
Mi reciente título no me permitía ejercer allí, tenía que hacer una reválida que llevaría tiempo, eso no me alegraba, pero en un punto me resguardaba y en otro me exponía a no cumplir con lo que me había propuesto cuando jure salvar todas las vidas que estuviera a mi alcance salvar. Sabía cuidarme y cuidar a mi madre, conocía de virosis y de otras bacterias indignas que acostumbran inmiscuirse en organismos débiles como los nuestros.
Así eran las cosas, imparables y dolorosas como la peor de las guerras, la más impensada y solo imaginada por un creativo como Scott Burns que en un día de inspiración escribió Contagio, ahora vista como una premonición, donde el origen de la pandemia era en Hong Kong, mucho más al sur de Wuhan, donde se originó en la realidad. No es una casualidad que los animales no se contagien, es un claro mensaje de la madre tierra hacia todos nosotros, se acabó el tiempo de comer seres vivos.
No me gusta llorar, pero es que…se me hace inevitable, esta peste va dejando ya tantas enseñanzas, como cicatrices.
Mónica Navarro
AMOR:
SIN ENVASE NI RÓTULOS
ESENCIA DE LA VIDA
FRAGANCIA DEL ARTE
PERFUME DE LA VIDA
Mayan Mabá
Julio 1996
R.N.D.A. 691278
EN CLAVE DE POESÍA
En clave de poesía
La clave es el tiempo,
en clave de tiempo.
En tiempo sin “claves”
pero en armonía de claves
ä tempo”.
Mis claves
son los tiempos.
Clave de sol,
tiempo de poesía
Clave de do,
tiempo de elegía.
Sin clave,
tiempo de preguntas.
Clave de fa,
tiempo de ciudad.
Dulzura en clave,
tiempo de ternura.
Clave de ut,
tiempo en plenitud.
La clave es el tiempo.
Tu clave, es,
“tu tempo”.
Mayan mabá
BsAs 16-11-84
TIEMPO DE POESÍA
- Respirar poesía
- Leyendo poesía
- Arco Iris
- Versus poesía
TIEMPO DE ELEGÍA
- Raíces
- Exhalando un gemido
- Elegía para una ilusión
- Oda a una decepción
TIEMPO DE PREGUNTAS
- Comunicación
- Quién
- Cómo
- Where
- Pourquoi
TIEMPO DE CIUDAD
- Terruno
- Derivaciones
- En el colectivo
- Ceremonialquistosis
TIEMPO DE TERNURA
- Fueron tres
- En el aire
- Question de peau-
- Adivinanza
TIEMPO EN PLENITUD
- Ave Fénix
- …
- Descubrimiento en plenitud
- Alumbramiento
CALVE DE SOL
TIEMPO DE POESÍA
RESPIRAR POESÍA
Poesía,
algo admirable,
Poesía,
algo para mí, inalcanzable.
Poesía,
es todo lo expresable!
Mucho más
que palabras extraídas
de lenguas compartidas.
Poesía,
inabordable mundo que aflora
en cada punto,
en cada coma.
Silencios cargados
de resonancias.
Tiernas profundidades insondables.
Poesía,
embargada de añoranzas.
Eterno caudal de dulzura
alumbrada
en una noche oscura.
Poesía,
dolor y energía
estallan, para recalar
en amainados nuevos vientos,
guiando, desde
y hacia otros tiempos,
nuevos y reconocidos paisajes
enraizados en cálidas
tierras verdes.
Brisas frescas
te animan
a respirar,
ese olor,
…
a !! Poesía!!
Lde Z. 23-9-84
LEYENDO POESÍA
Taberna Gitana.
Un lugar donde las cosas
y la gente , están,
porque se les da la gana.
Taberna, porque congrega,
Gitana, porque el alma vuela,
desde recónditos lares
con pasión y con pesares
hasta llegar con fuerza a encarnarse
en el cuerpo del que poesía sabe,
por el corazón que vibra y siente
en sintonía con lo que sufre,
vive y aspira la gente.
La gracia y el salero
los pone el que sale al ruedo,
a batir las palmas y anunciar
lo que ha escrito para cantar.
Miércoles por la noche.
Los poemas van en coche
de alegría, de amor de muerte.
Hilvanando nostalgias,
convocando las mentes
y lo que en el aire se siente.
Anhelos, recuerdos, necesidades,
acoso de ideas y edades.
Todas diferentes,
y, en esto,
todos iguales.
Deseo de expresar
lo sembrado y recogido;
o, lo que todavía no ha sido,
en el largo o corto camino.
Y, entre risas y consonancias,
ritmo y discordancias,
develar lo que en verdad,
late en la profundidad.
Quizás alguien sepa
y quiere escuchar.
Al menos
es una posibilidad,
de lo más hermoso
comunicar y dar.
LZ, 21-9-84
ARCO IRIS
Devoraba con fruición
cada segundo de vida.
Desesperada por aprender
qué era vivir?
Sólo desde el dolor
se puede escribir.
Sólo desde el no saber
para qué existir,
llegué a escribir.
Sólo desde el sentir
alcanzo a ver y permitir
la inmensa armonía
y variedad que despliega
el arco iris
para mí.
Increíble fuelle
respirando en colores.
Desde el profundo y grave violeta
hasta el amarillo aire de sabores.
Invaden mi ser. Abandonándome
tal cual veleta a merced
de las aguas que fluyen
y que el río entrega
a un mar
que ya,
las espera.
LZ, 23-9-84
VERSUS POESIA
No quiero verso,
quiero poesía.
No quiero verso,
quiero alma sentido.
No quiero verso,
quiero realidad dolida.
No quiero verso,
creo en el amor y en la alegría.
No quiero verso,
hay algo que me tiene asida.
No quiero verso,
aunque descubra la agonía.
No quiero verso,
aunque me sienta perdida.
No quiero verso,
yo estoy de ida,
y, para la vuelta,
quiero poesía.
No quiero verso,
la alegría no está perdida.
No quiero verso,
pues yo estoy viva.
No quiero verso.
Yo quiero tu poesía.
LZ,13-9-84
SIN CLAVE
TIEMPO DE PREGUNTAS
COMUNICACION
Quién dice qué, a quién, por qué.
Cuándo, dónde, cómo y para qué?
El modelo perfecto.
Comunicación !! Hoy?!
Qué gran mentira!!
Soliloquios sueltos que se juntan.
Conciencias que suben el volumen
sobrepasan el umbral
y se emiten sin auricular.
Comunicación, !! Hoy?!
Qué gran irrealidad!!!
Hombres de escafandra, sin escafandra.
Mujeres con sonrisa incorporada
y cabeza destapada.
Fachadas que se acercan. Gestos. rituales.
Los perpetuos ceremoniales.
Comunicación, !! Hoy?!
A qué gran distancia estás!!
Cómo saber lo que piensa?
Si sólo veo la apariencia.
Cómo saber lo que siente?
Si sólo está.
Cómo saber que hay detrás?
Si sólo llego hasta acá nomás.
Comunicación, !! Hoy?!
Qué gran necesidad!!!
Quién dice qué, a quién, por qué.
Cuándo dónde, cómo y para qué?
En verdad,
la comunicación,
Hoy,
Cómo será??!!
LZ, 6/7-9-84
QUIEN??
Quién?
Quién mueve los hilos del mundo?
Quién los de adentro, tensados, flojos.
Quién los de afuera, inasibles, locos.
Quién dice lo que está bien?
Quién lo que está mal?
o, lo que simplemente , va?
Quién se arroga el poder
de orientar y saber?
Quién es el que guía?
Quién podría??!!
Liberar la inocencia,
luchar contra la impotencia?
Quién?
Quién es el que ve,
en tu noche y en mi día,
por bajo lo que nadie entendería?
Quién? Quién coordina?,
los movimientos,
los avances, los retrocesos?
Quién me dice, que todo esto es cierto?
Quién sabe, si no es un invento,
mi vida y este momento?
Quién?
Quién es él?
Quién?
y, quién?
Quien soy YO!!
LZ,19-9-84
COMO??
Quiero saber cómo?!
Quiero saber cuándo?!
De qué manera?!
Necesito se me revelen los medios,
se hagan presentes las formas.
De qué manera?!
Descifrar las situaciones,
Iniciar derivaciones.
De qué manera?!
Estar y ser
sin demasiado aparecer.
De qué manera?!
LZ, 30-8-84
WHERE?,
SOMEWHERE BUT NOT ANYWHERE
I want to get my place
by my own.
To be alone.
Please do not disturb!
People,
living,
People,
feeling.
People,
thinking.
People,
looking for.
My own place,
to be myself.
People,
looking for an answer.
My own place, to be with.
Where?
Where is my place?
In the world.
Where is my place?
Inside the human way of life.
Where do I set down
my little, sweet and big world?
Just inside this world;
gathering the sky.
LZ, 20-7-84
Mayan Mabá (AUTORA DE TODOS LOS POEMAS ANTERIORES)
- EN CLAVE DE POESIA
_DIAPASON
El diapasón del cuerpo
En que sonido, nota vibramos, Como encontrar la clavem afinar la sinton{ia, la vibración de cada uno, la clave para nosotros , la clave para el encuentro con el otro, Estar en sintonía con el otro
La clave de sol incluye a la de fa, el yin y el yan es la clave . Lo mas amplio incluye ak restom s{olo lo diferencia . figura- fondo.
Escucha tu propia música,
La clave de cada uno, Es un eneagrama a decodificar, a descifrar, a desencriptar
J’ OSE
La osadía de ser yo misma. Es vivir cada dia desde la libertad
con alegría y placer para mi bienestar, En clave de sol y sostenida
en el pentragrama de la vida . Es despertar a la creatividad,
Mayan Mabba
PAMDEMIA
Me detengo, con la cara sin lavar.
Percibo un cansancio que no conocía,
que me despierta,
ya sin sonidos de risas de pibes y pibas.
ya sin tránsitos continuos,
que me sacuden
contra las cuerdas de la rutina.
El cuerpo se me hace extraño.
El pensamiento se cubre de los que están abandonados
de agua,
de cloaca,
de trabajo,
de trozos de dignidades
que parecen nunca encontrarse.
Se me pegotean las noticias de porcentajes idos
y olvidos olvidados de llenar vacíos.
Se me hace locura la estupidez de los que saben todo
Se me convierte en rareza el tiempo y el deseo,
cuando los cambian de camino.
Me trae el roce del miedo a la muerte,
un amor escondido:
La casa,
con sus objetos,
con sus aromas,
con sus sabores
que me dicen,
me abrazan sin apretar.
Dejan espacio para sentir
que lo aislado,
día a día se transforma.
Voy compartiendo desde otro lado.
Me descubro tan enojona
y tan paciente con la sutileza del silencio
y así me paso…
de la fragilidad…,
al rugido
que a borbotones me hace transitar
este tiempo de pandemia.
Gabriela Acosta Navarro 02/04/2020
Un Mundo y una ventana.
Niebla.
En la ventana.
El mundo detenido.
Una quietud que vislumbra lo incierto.
Que prepara lo nuevo.
Es el mundo en tinieblas, que ahora gira, sacándonos del centro.
Allí, en la periferia, donde todos nos parecemos.
En nuestros rincones, temerosos, a la sombra de la espera.
LLuvia.
En la ventana.
Limpia. Despoja. Nos deja al descubierto.
Desnudos. Los cuerpos y las almas.
Viento.
En la ventana.
Caen los velos. Vuelan las máscaras.
Sol.
En la ventana.
Nutre.
Ilumina lo nuevo.
Maricel Barone San Martín
sin título
Cuando todo parecía hundirse, fui madre.
Madre luz de luciérnagas nocturnas y silenciosas que se treparon en
/ mi cuerpo.
Fui madre de los cielos nocturnos, de las aves, de los mares.
Cuando todo estaba definitivamente perdido, sudé, dormí y copulé
/en los árboles.
Y fui madre.
Amadriné los campos y las montañas. Y caminé sin descanso para
/cansarme el ánimo.
Cuando ya se habían entonado las últimas estrofas, cuando ya las
/semillas habían germinado
y las cigüeñas y los teros y los cocodrilos finalmente habían sosegado su búsqueda de sal: fui madre.
Y ya nada importó.
Porque nací de mí, parida del hijo.
Y él, dócil, simple, suave, inofensivo y pausado en el llanto del hambre, me involucró en su deseo y me imploró que vuelva a creer.
Y entonces, cuando todo parecía hundirse, fui madre.
ANDREA JULIÁ
PINCELADAS DE QUARENTENAAA
Un picnic de terraza…en baldosa.
Una familia reunida sobre la lona.
En torno a las cartas y un mate
—el paisaje lo ponen ellos
Un campanario ..que por ahora…
Ya no llama a misa
El sol tibio va sumergiéndose
en una pequeña bruma
que comienza a acariciar las casa bajas,
los árboles, autos quietos –
algunas hojas comienzan a amarillarse..
Se escuchan voces muy lejanas— perros…y—
Algunos colectivos que todavía circulan…
Mis malvones dan cuenta de que no es necesario contar el tiempo…
Es tiempo… y la vida son los necesarios para que algo ocurra…
Una flor se abra, no hay calendario…que lo exprese..
Es la vida que se abre paso…
Si te das cuenta…mejor…
Si no…en otro momento..
tendrás tu otra propia quarentenaaa.
Mayan Mabá
vte lopez 26-3-2020
EQUINOCCIO …EN CUARENTENAAAA
Y un día…la tierra se detuvo
Argentina paró…y el cielo
Fue el celeste de Salta, el puro del tren de las nubes
y…me encontré agradeciendo el silencio
y el haber aprendido a ser una buena ama de casa
xq amo mi casa y….
y la tierra se limpió y la mirada fue más clara
y yo pude ver más claro..y pude decir..y pude ser…
no quedaba otra cosa que ser realmente quien soy
una mujer…y aquí..estoy.
Mayan Mabá
21-3-2020
Espacio
La violencia institucional no me dejó sangrando, me dejó en coma
Y ahí estaba yo, masticando bronca, tras las rejas, con mi guardapolvo blanco
Queriendo escapar sigilosamente en busca de un descanso
O salir corriendo desnuda, entre las gazas, huyendo de la autoridad
O deslizarme por las escaleras como un ratón para poder comer, devorar, alimentarme
Rodeada de caníbales, agonizaba en medio de esas anchas paredes
Hay un modo de aprender, pensé; de avanzar, de salir del pozo
Y otra vez la maestra, el poder y yo queriendo escapar
¿El espacio es una jaula que mancha mi guardapolvo de sangre invisible?
¿O el guardapolvo es una jaula que me separa de la sangre, la vida de los otros?
A esta altura la vida no es más que un agujero que me aleja más y más de la ansiada y temida libertad
¿Y quién dijo que no somos ratones de laboratorio rodeados de guardapolvos blancos?
La mancha en el pizarrón era la catarata que me aliviaba, como un remedio fugaz, y yo huía por ahí, de vez en cuando
Un refugio, una forma de esconderse, y de escapar de ese enseñar estancado y agobiante
Encontré cierto compañerismo en mi madriguera, lo sé, aún corriendo hacia la muerte
Buscando un camino, ser, tener, estar ¿Fue acaso un acto de soberbia?
Al fin y al cabo, solo buscaba amor, tomé una jeringa del hospital y por fin, me sumergí en este mar inmenso.
Gladys Pilla
Reflexión
El no estar con el otro me lleva, me guía a estar conmigo. A verme, a observarme, a sentirme, a descubrirme. Me emociono, me reencuentro, paso momentos de intimidad profunda conmigo. No me aburro, lo celebro, lo agradezco. Porque en lo más profundo de mi corazón yo intuyo que, cuando todo pase, cuando todo esto sea tan solo una anécdota, volveré a reunirme con ese otro. Y esta vez seremos más sabios, más humildes, aceptaremos más, perdonaremos. Es que me reuniré con ese otro desde el entendimiento y desde el corazón.
Luisa Feuermann
Espacios suspendidos
Era Agosto de 2018, estaba en Junín e iba y venía de una clínica a un hotel apenas separados por 100 metros, estaba cuidando de noche a mi papá que estaba internado. Dormía poco y nada. Una mañana volviendo de la clínica al hotel me sorprendió una neblina baja y empecé a sacar fotos. A partir de ese momento todos los rincones del sanatorio y del hospedaje me llamaron la atención. Volví a Buenos Aires y sin saber bien qué tomas había hecho, las miré y me di cuenta que por alguna razón se correspondían con muchas otras tomas sueltas que venía haciendo desde hacía rato. No podía terminar de describir qué era. La primera aproximación clara y concreta estaba en que eran espacios humanos muertos, como si el mundo se hubiera detenido. Escribí algunas líneas:
«Espacios diseñados
para el tránsito humano. Espacios diseñados por y para humanos. Espacios muertos.
Inertes. Silencio. La paradoja del vacío donde debería haber multitudes. Una
calma perturbadora. Una estructura tensa. Algo está por ocurrir.
Lugares que nos resultan familiares se vuelven oscuros, lo cotidiano se mezcla
con la ficción, ¿son estos espacios parte del mundo en el que circulamos todo
el tiempo?»
Seguí sacando fotos en ese tono hasta mitad de 2019 y después me enojé con el proyecto porque sentía que no tenía sentido, que no decía nada en concreto.
LUCRECIA ESTEBAN
¿Quién sos de todos ellos?
El día se presenta frío y soleado. Estamos en invierno del 2019 y me agrada más esta conjunción. Es feriado y no deseo quedarme encerrado en el departamento. Salgo a caminar por el barrio y sé que todos los caminos me conducen (casi siempre) al Jardín Botánico. Doy algunos rodeos con un andar perezoso, como si fuera un turista en mi propio barrio que mira todo con más detenimiento. Descubro algunos locales vacíos y nuevos negocios que no recuerdo desde cuando están porque estas sorpresas se dan –por estos tiempos– cada vez con mayor frecuencia. Si, se percibe una gran crisis.
Me encuentro ahora, llegando a la Av. Santa Fe por la calle Julián Alvarez. Giro a la derecha y diviso a cincuenta metros a un pibe recostado en la pared de un local de ropas pidiendo unas monedas. Sé quién es sin conocerlo. A ellos se los reconocen con total facilidad por sobre los demás. Esta misma fotografía la encontramos en cualquier otro lugar del mundo. En París o en Nueva York. En el barrio Constitución o en el lugar más elegante de Barrio Norte. Es un chico que pide. Es su manera de sobrevivir en la vida. Ayer mismo, pasé y me dijo: “Don, ¿no tiene algunas monedas que le sobre?” Hoy, sigo de largo. Justo a metros de donde él está ubicado, acelero el paso como si estuviera apurado. Llego a la calle Salguero y me detiene el semáforo. Espero y luego de unos segundos, avanzo.
Me encuentro ahora, llegando a la Av. Santa Fe por la calle Julián Alvarez. Giro a la derecha y diviso a cincuenta metros a un pibe recostado en la pared de un local de ropas pidiendo unas monedas. Marcho a pasos firmes y apurado porque estoy llegando tarde al trabajo. A cinco metros de distancia levanto instintivamente la vista y cruzamos una mirada cómplice. Meto mi mano en el bolsillo derecho y le hago el gesto de no tener monedas. Le deseo un buen día y sigo mi camino hasta la calle Salguero. Intento apurar el paso pero el semáforo me indica parar. Espero y luego de unos segundos, avanzo.
Me encuentro ahora, llegando a la Av. Santa Fe por la calle Julián Alvarez. Giro a la derecha y diviso a cincuenta metros a un pibe recostado en la pared de un local de ropas pidiendo unas monedas. Delante de mí, un tipo camina lento. Tiene la vista clavada en su celular. Me impide el paso y esto me da la oportunidad de usarlo como escudo y así evitar el encuentro con ese pibe. Sigo hasta la calle Salguero y antes de cruzarla, me detiene el semáforo. Espero y luego de unos segundos, avanzo.
Me encuentro ahora, llegando a la Av. Santa Fe por la calle Julián Alvarez. Giro a la derecha y diviso a cincuenta metros a un pibe recostado en la pared de un local de ropas pidiendo unas monedas. Como un acto reflejo, meto mi mano derecha en mi bolsillo derecho y cuento tres monedas. Veo venir a Estela del 4º C y regulo mis pasos. A la altura del pibe, le clavo la mirada a mi vecina y mientras él me recita algo que no llego a comprender, la saludo con una sonrisa simple y sigo mi camino hasta la calle Salguero. Me detiene un inoportuno semáforo. Espero y luego de unos segundos, avanzo.
Me encuentro ahora, llegando a la Av. Santa Fe por la calle Julián Alvarez. Giro a la derecha y diviso a cincuenta metros a un pibe recostado en la pared de un local de ropas pidiendo unas monedas. Meto la mano en mi bolsillo derecho y saco un billete. Plata en mano, me acerco a él y se lo entrego. Me regala su mejor sonrisa y yo, se la devuelvo. Me voy caminando a una velocidad regular hasta la calle Salguero. Justo, me detiene el semáforo en rojo. Espero y luego de unos segundos, avanzo.
Me encuentro ahora, llegando a la Av. Santa Fe por la calle Julián Alvarez. Giro a la derecha y diviso a cincuenta metros a un pibe recostado en la pared de un local de ropas pidiendo unas monedas. Voy camino a encontrarme con Laura en la esquina de la calle Salguero y la Av. Santa Fe. Es nuestra primera salida. Ella se encuentra mirando un local de baratijas. Alzo la mirada y nos reconocemos a lo lejos. Camino a pasos displicentes y me paro a una distancia prudente y como emulando una reverencia, extraigo de mi bolsillo tres monedas. Se las entrego a ese pibe con mi mejor sonrisa, palomeo un saludo rápido y me retiro satisfecho. Laura observa toda esa escena y cuando me saluda me hace notar mi buena acción. Le contesto que cien pesos no me hará más rico y nos perdemos, calle abajo hasta llegar a la calle Salguero. El semáforo en rojo nos impide continuar. Esperamos y luego de unos segundos, avanzamos.
Me encuentro ahora, llegando a la Av. Santa Fe por la calle Julián Alvarez. Giro a la derecha y diviso a cincuenta metros a un pibe recostado en la pared de un local de ropas pidiendo unas monedas. Camino unos pasos y me detengo. Giro en U y enfilo directo, hacia el Jardín Botánico.
Por Gaspar Russo
Reflexión
Me quedo en casa. Mi casa pequeña y grande. Mi casa de reuniones y soledades. …de tantos miedos y tantas batallas ganadas y perdidas. Mi humilde casa fruto de tantos esfuerzos. Mi amada casa. Refugio mío….me quedo en casa…
María de Carmen Armana