¿Podrías hablar de esa delgada línea entre realidades, mundos fantásticos, personalidades escindidas que se aprecia en tu narrativa que ahonda con gran fuerza en lo psicológico?
Ante todo debo agradecer a Graciela Licciardi por convocarme junto a tan prestigiosos narradores y a Marta Castagnino por alentarme para que escriba cuentos hace alrededor de cuatro años. Así comencé con el taller de escritura de la Asociación de Médicos Municipales coordinado por la licenciada Andrea Delfini. En varios de mis cuentos se desdoblan los personajes, juego con lo disociativo, con los espejos, con los contrarios enfrentados, la razón y la sinrazón, el arrojo y el temor, la reflexión de la subjetividad. Todo ello me divierte, es un hermoso juego y me ayuda muchísimo en el ejercicio de mi profesión de médico psiquiatra. Me ayuda especialmente para comprender la paciencia que tienen que tener todos mis pacientes para comprender mis propias locuras.
En definitiva, siento una gran alegría por compartir con todos ustedes este gratísimo momento.