Resumen de « Miroirs »
En el París de los años 1990, cuatro personas desencantadas por su vida se encuentran, se entrecruzan, comparten una noche o seis meses de existencia y acabarán, cada una de cualquier forma, por dejar todo para vivir un destino diferente.
Aquí hay dos hombres: Yves, dulce soñador fabricante de espejos y Maxime, fotográfa y ebanista, que mira al viejo París deshaciéndose. Dos mujeres también: Eliane, secretaria que sueña de una vida sin horarios e Isis, incapturable chica siempre lista para cualquiera aventura de viaje o de amor.
A lo largo de la historia, les hago viajar en unos rincones desconocidos del París que amo, en América del Sur, en Irlandia y les llevo a hurtadillas en mi universo de escritora un tanto particular.
Un doble juego de espejos entre la narradora y sus personajes.
En un primer tiempo, escribí esta novela hace casi 15 años. Fue hecha de varias partes escritas en momentos distinguidos de mi vida, lo que la hacía un poco nebulosa, tanto más cuanto alternaban párrafos pragmáticos en que los personajes actúan y unas descripciones casi oníricas muy poéticas, que no ayudaban a la comprensión del conjunto. A mí me gustaba mucho pero era imposible entenderla. La puse en un cajón y nadie la leyó.
Más tarde, a lo largo de esos años, escribí varias crónicas anecdóticas sobre París, una ciudad que me encanta, por varias razones familiares, personales e históricas, pero eso no podía conformar un libro. Ya que existen casi 2500 obras francesas hablando de París (y muchas buenísimas, de cualquier manera mejores que todo lo que yo podría escribir), no valía la pena intentar hacer un libro, por enésima vez, tratando exclusivamente de París. Y se dormieron los papeles…
Sin embargo, el telón de fondo de la novela es París (lo fue desde el inicio). Entonces, hace 2 años, tomé mi manuscrito para reanudarlo, de la primera línea a la última, con fines de incorporar mis párrafos parisienses a la historia, con vistas a darle más “cuerpo”, arraigarla en la realidad. Describí mejor los lugares y calles en que los protagonistas viven, se encuentran, o pasean. De misma manera, he agregado varios textos independientes escritos a lo largo de mis viajes en América del Sur (Argentina, Chile, Ecuador…) que inserté con motivo de unas cartas que uno envía a otro, por ejemplo, eso permitiendo enriquecer el asunto y variar el interés del lector. Por lo que concierne a los pasajes oníricos, difíciles de aceso, les transformé en textos que a menudo escribe Isis, la “chica incapturable” – pues es escritora también – y los pusé en cursiva, así se puede entender fácilmente que no forma parte de la historia concreta.
Para acabar el tema, te diciera que esta novela es la última que escribí, totalmente revisada y enriquecida y fue un trabajo importante para mí, sino también un testimonio de emociones varias y complejas que recuerdan más o menos mi vida interior durante largos años.