¿Cómo se refleja el tiempo en tu búsqueda narrativa y qué logros te permite alcanzar ese buceo en realidades paralelas? ¿Cuál es tu visión de la dimensión de la que el tiempo forma parte?
Pienso que en mi búsqueda narrativa se refleja un tiempo recobrado. Es el relato de distintas historias cuyas tramas y estructuras me permiten trazar una identidad narrativa y la construcción de la subjetividad.
Hay un tiempo recordado, un tiempo soñado, un tiempo imaginado en ese tiempo recobrado, en el que los hechos reales se tornan fantásticos.
También hay un tiempo de desazón, de agotamiento, de opresión y un tiempo de sosiego, calma, serenidad. Se relaciona con el proceso de la creación que va del caos a la iluminación.
Permanece y predomina el sentimiento del amor en las dimensiones del tiempo y del espacio.
Es el tiempo del vivir, de la existencia, es el tiempo de la soledad del existir, de la finitud, de lo efímero, la decrepitud, la vejez, la muerte, la eternidad, plasmada en el deseo inconsciente de la inmortalidad.
Los personajes luchan por contrarrestar la soledad. Ulises experimenta distintas frustraciones amorosas y se refugia en lo onírico. Gertrudis vive el éxtasis contemplativo por el arte. Rosendo halla su resurrección en la fusión con la naturaleza. Filomena soporta la decrepitud de los que la rodean y padece el desamparo de la vejez. Francisco muere por el desamor y la rivalidad de sus hijos. Giulio se exilia en su propia lengua materna y no logra comunicarse con los demás.
En los versos finales del poema “Piedad” de Lirios prohibidos, 1998 (59) expresé:
“Porque estamos hechos con la sustancia de las horas
quiero destruir las líneas sucesivas del tiempo
y crear en la eternidad
las vidas de un ciclo interminable.”