por Beatriz Olga Allocati
Fue un largo trabajo, recorriendo durante meses páginas a veces amarillentas con poemas ya pasados a máquina o quizás de estrofas manuscritas rápidamente o versos sueltos o acaso una colección de diálogos con Gabriel, o descubriendo enmiendas a veces de difícil comprensión. Y así páginas y páginas. Sin hablar de otros papeles, los correspondientes a la preparación de una novela.
También revisé cientos de citas recopiladas respetuosamente. Entre ellas, una sugestiva de Oscar Wilde: “Un hombre es en cada momento de su vida todo lo que ha sido y todo lo que será”. A Jorge le encantaba coleccionar estas frases sabias, casi axiomáticas, que muchas veces aprovechaba para epílogo en algunos de sus poemas. Y ni hablar de las letras de algunos tangos prolijamente copiadas.
El resultado de estas búsquedas y descubrimientos de los escritos de mi esposo, Jorge Riveiro, es este volumen de poemas titulado “Ni siquiera esa lluvia”. He dividido este libro en dos partes (huelga decir que todo el material aquí inserto es el fiel reflejo de la palabra escrita del autor).
La primera parte, EN EL PAÍS DE LOS OJOS DESCALZOS, con poemas de distintas épocas, con la casi permanente inclusión de los diálogos con Gabriel, ese querido personaje imaginario, sin que sea demasiado necesario identificarlo salvo como un indefinido interlocutor. He pensado alguna vez que Gabriel es Jorge, y otras, Jorge es Gabriel, pero no podría aseverarlo con seguridad. Encontré además para esta primera parte algún poema premiado en concurso en 2008.
La segunda parte, sin duda soñada como una base para otro libro dedicado A BUENOS AIRES, continuación quizás del libro de 1998 titulado OSTINATO BUENOS AIRES, es una recopilación de poemas allí ambientados. Están incluidos unos así pensados y agrupados más otros más recientes, manuscritos. Al respecto puedo citar unas palabras del mismo Jorge sobre ésta su ciudad: “Para saber lo que es vivir en Buenos Aires/ por lo que no es. / Para saber lo que es, /quizás haga falta leer este libro.”
Para finalizar, no deseo omitir u n bellísimo poema que nuestro amigo Miguel Bolotnikoff le dedicara el 14 de noviembre de 2011, poco tiempo después de su partida.
A JORGE CON EL ALMA.
¿Qué tango te arrebató?
¿Qué esquina guarda tu sombra?
¿Por qué tu voz no me llama
si mi voz siempre te nombra?
Un idioma de silencio
hoy custodia tus palabras
y tu ingrávida figura
con pasos de luz se marcha.
Desconozco por cuál senda
volverás desde el misterio.
Yo te espero en Buenos Aires
en una esquina de sueños.
Miguel Bolotnikoff
Buenos Aires. 14.11.2011.
Por mi parte, sólo me quedaría preguntarte, Jorge, si como alguna vez escribiste, has encontrado ya tu jungla de estrellas.
Beatriz Olga Allocati