Margaret Collazo

¿Cómo funcionan los sentimientos de extremo dolor, ternura y miedo como disparadores en tus cuentos? ¿Cómo funciona lo costumbrista?

Invitada a hablar ante escritores y poetas , acto realizado en SADE con motivo de la presentación de tres libros de la Editorial Enigma,de los cuales dos de ellos tenían tapas con mis trabajos. Pensé no hacerlo, pero el haber sido docente pudo mas!!! .-
Asi como mis obras son testimoniales también lo es, cuando me expreso!!!!

Por lo tanto me pareció que el valor de lo que les iba a contar ,estaba en la experiencia vivida, una vez que decidí hacer un cambio en mi hacer plástico:

Cuantos actos no profundizados y sin querer queriendo! y porque se me ocurrió hacer un pequeño giro en mi hacer plástico me encontré girando en el aire sin reconocer la pista en donde patinar.- Heme aquí ante el Collage, que por cierto conocía pero nunca lo había atravesado. Como todo, una es conocer y otro poner el cuerpo, desear y estar !

El camino, la estreches, la inseguridad, sentirse un principiante sabiendo que no se lo es! necesitando un docente guía que rescate tus aciertos marcando posibles senderos.-

Los cambios fueron llegando pero no solo en la plástica sino en las reflexiones, recuerdo que como trabajaba en hojas grande como soporte lo hacia en el piso y en el ir venir de la cocina al dormitorio los miraba y por ahí cambiaba un color del lugar e inmediatamente todo cambiaba y pensaba “así es la vida” un pequeño movimiento de nuestro pensamiento y todo es diferente.-

Creo que no es necesario hacer todo el desarrollo de proceso, solo agregar que cuando el cambio es visible es porque ya se desbordado el SER.-

Emilce Strucchi

¿Cómo se manifiestan en tu narrativa la injusticia y el desamparo? ¿Qué experiencias actuaron como detonantes para tus hondas percepciones?

En mi caso, entonces, 1- injusticia y desamparo en mi narrativa. 2-experiencias que actuaron como detonantes para mis hondas percepciones.

Por la vida misma, y mucho por mi trabajo como psicóloga, estoy naturalmente disponible para co-vivenciar con los otros, comprehenderlos íntimamente, y luego distanciarme de esas vivencias tan profundas para poder ayudarlos; también debo hacerlo con respecto a mis propias emociones y percepciones (captarlas y después aprovecharlas constructivamente) creo que la literatura también facilita los dos movimientos: ahondar en uno y en los otros y en el alrededor, y luego desdoblarse, alejarse de algún modo en el acto de escribir para la construcción de una realidad distinta por otra parte, amo la vida y la luz, y a la vez estoy muy conectada con las oscuridades: las propias, las ajenas (dicen que esto también sucede porque soy escorpiana! ); creo que la escritura facilita ese juego de luces y sombras, que tan pronto aluden u ocultan capas de sentido además, nuestro mundo actual tiene tanto y tanto de incertidumbre, desamparo, injusticia y violencia que me parece-mirando a la distancia mis cuentos y novelas-que busco INTEGRAR CREATIVAMENTE LOS DESAMPAROS INFANTILES (LOS DE OTROS, LOS MÍOS) CON LAS PERCEPCIONES Y VIVENCIAS PROVENIENTES DE LAS REALIDADES DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO. Es mi modo de lidiar con todo esto para dejar espacio interno a la esperanza y la alegría tal vez también esta sea la razón por la cual estoy empezando a darle lugar a la ironía en mis escritos (tanto en poesía como en narrativa): una especie de sonrisa piadosa como medicina para el dolor.

David Sorbille

¿Cómo se entretejen en tus cuentos lo histórico-social-cotidiano y lo lírico? ¿Qué te permite expresar la intertextualidad?

En mis narraciones a las que denomino relatos, porque no se ajustan a la definición del cuento propiamente dicho, la ficción es una excusa para dar testimonio integral de lo que intento transmitir al lector, en donde lo lírico es un aporte que define un estilo, que también incluye la pretensión de enriquecer la estructura del relato a través de la mención de textos diversos, pues, parafraseando a Nietzsche, aspiro a que nada de lo humano me debe ser ajeno. 

CV

Escritor argentino nacido el 10 de febrero de 1950, en la Capital Federal, donde reside. Sus poemas, cuentos y ensayos, fueron publicados en numerosas antologías y medios culturales nacionales e internacionales. Actualmente se desempeña como asesor literario del programa radial «Nuestro Continente» en FM 98.7 “Nacional Folklórica”. En 1998 coparticipó en “Tríptico en Epsilon” (poesías – Ed. 3+1). En 1999 publicó su primer libro de poemas “Las Huellas del Silencio” (Ed. 3+1). En el año 2000 coparticipó en “Tríptico en Kappa” (poesías – Ed. 3+1), recibió Diploma de Distinción Especial por su poema “A Olga Orozco” en la Antología Poética “Poetas del Tercer Milenio” (Ed. 3+1), obtuvo el 2° Premio de Poesía por su poema “A los Viejos Inmigrantes” en el Primer Concurso de Cuento y Poesía “Monte Castro” y el Primer Premio por su poema “A Juan Gelman” en la Antología Poética Libre (Ed. 3+1). En el 2001 publicó “Los muros herméticos y otros relatos” (Ed. 3+1) y su segundo libro de poemas “Los senderos del alma”. En el 2002 publicó el poemario “Eternamente” (Ed. 3+1) y recibió Mención Nacional y Provincial de Poesía en el Concurso “Aldo Alessandri” del Círculo Literario Bartolomé Mitre de la localidad de Azul de la Provincia de Buenos Aires en los años 2002 y 2004. En el 2003 publicó el poemario “Ofrenda Lírica” y el libro de ensayos “Señales de Vida” (Ed. 3+1). En el 2005 obtuvo Tercera Mención Especial de Poesía en el Concurso Sudamericano de Cuentos y Poesías “Cora Cané” de Cañada de Gómez, de la Provincia de Santa Fe. En el 2006, coparticipa en “Tres para todos” (poesías y relatos – Editorial Martín). En el 2007 escribe las novelas “La Memoria del Olvido” y “El Oficio del Tiempo”, y coparticipa en el ensayo “La Guerra Olvidada”. En el 2009 publica “Semblanzas Recobradas” (ensayos y poesías – Ediciones AqL) y en 2010 “Los lugares comunes y otros relatos” (Ediciones Aql). En 2011 coparticipa en el libro de ensayos “Poetas sobre Poetas” (Editorial La luna qué), y en el 2012 en la antología de cuentos “Un arte contado” (Enigma Ediciones). Es afiliado de la SADE, e integra las páginas web:

http://www.ciudadanolatinoamericano.blogspot.com
http://mispoetascontemporaneos.blogspot.com

Contacto con el autor:
davidsorbille@hotmail.com
davidsorbille@yahoo.com.ar

Comentarios de otros autores sobre libros de David Sorbille

Gustavo Tisocco

Recordar a quienes nos legaron la Palabra como esa herencia delicada y perenne parecería ser el fin que persigue David Antonio Sorbille en su libro de ensayos y poemas “Semblanzas Recobradas”. Texto donde los grandes poetas resurgen desde su historia y desde los poemas con que el poeta homenajea a cada autor. Así Roberto Arlt, Julio Cortázar, Antonio Di Benedetto, Enrique Santos Discépolo, Macedonio Fernández, Homero Manzi, Daniel Moyano, Juan L. Ortiz, Alejandra Pizarnik, Roberto Santoro, Carlos Santos y Manuel Ugarte navegan y renacen en este mar poético y ensayístico que David Sorbille hoy nos ofrece. Porque como dice en uno de sus poemas: “con el valor de tus versos/ que aún golpean como piedras/ sobre la pared invisible/ del olvido y sus cenizas” Sorbille evita el olvido, la herida más cruel que puede sufrir quien escribe, y afloran los autores citados recordándonos a los lectores de la obra que ellos entornaron vuelo pero quedaron aquí entre sus textos, entre sus tangos, inmortalizándose. (Periódico “Desde Boedo”, Octubre de 2010)

Enrique Sureda

ESPACIOS HUMANOS
Los lugares comunes y otros relatos, por David Antonio Sorbille. 2010. Ediciones Aql. Buenos Aires. 77 págs.

Coherentes en su entonación y desarrollo, los relatos que conforman el volumen, se insertan en pasajes que pueden resultar habituales, si bien -en esencia- responden a motivaciones particulares, sencillas o extremas. David Antonio Sorbille (de valorada trayectoria en el ámbito de la actividad literaria) palpita junto a personajes falibles y conturbados que, en algunos casos, enfrentan situaciones complicadas. Lo traduce mediante certeras incidencias, orientadas hacia desenlaces que sirven para esclarecer comportamientos que, como lo precisó Héctor Tizón según recuerda el autor, indican que «la vida no es la suma de años sino lo que realmente vivimos y el resto es puro pasar». La cuidada edición incluye prólogo de Susana Fernández Sachaos, así como una apropiada fotografía en la portada realizada por Daniela Sorbille. (Revista Bancarios del Provincia N°759, Diciembre de 2010)

Alberto Luis Ponzo
Querido amigo David: Leí tu libro “Los lugares comunes” y me ha maravillado tu escritura, los motivos de los relatos, con mucho de experiencia y memorias. Citas a personas que conocí, como Haroldo Conti (con quien integré una lista «opositora» de la SADE) y Roberto Santoro, entrañable amigo. Sabes narrar, evocar, denunciar, conmover. ¿Qué más puedo decirte? Te agradezco tan admirable obra que guardo con mucho cariño. ¡Un fuerte abrazo! Alberto (23-11-10)
Carlos Splausky
David Sorbille es un escritor que no escapa a su presente. En “Los lugares comunes” se desplaza con gran fecundidad a lo largo de su narrativa elástica y contundente. David Sorbille saca a flote esa realidad que otros ocultan, con genial sutileza, va enhebrando los acontecimientos históricos, con un lenguaje rico y abundante. Los lugares comunes, es un testimonio que se instala en el tiempo para prevalecer por sobre todos los mantos oscuros que arrojan sobre nuestra historia. (22-03-11)
Cayetano Ferrari

En el cuento La noche boca abajo, del libro “Los lugares comunes y otros relatos” aquí ofrecido, Sorbille nos muestra su notable sentido de la síntesis y del ritmo. Mediante el acertado recurso de la anáfora, con la que comienza cada párrafo, penetra y revela el torturado interior del personaje hasta el desenlace. Ponderable ejemplo de atractiva temática, concisión y equilibrio. Creo que la literatura es para este autor una operación de la memoria, un ejercicio moral. (“todo es Cuento” N°54 dirigido por Carlos Pensa, Mayo 2011)

Roxana Palacios

Querido Amigo: me parece muy intenso el cambio de ritmo de tu escritura en el texto dedicado a “la verdad se mueve”, y que no me extraña, decía, porque eso es lo que produce la escritura de Javier (Adúriz) a quien le entra de verdad. Ojalá ese movimiento siga, porque es profundo y de crecimiento. Hay como una intensidad, no sé, una profundidad diferente, algo que tiene que ver con lo inefable. (06-2011)

Rafael Felipe Oteriño

David: me ha dado mucho gusto leer tu libro (“Los Lugares comunes y otros relatos”); tomás episodios de la vida y los llevás a una feliz encrucijada (a veces no tanto) en la que la vida se muestra en otra faz; el lado oscuro, el lado de sombra, la mitad perdida; así escribe un novelista -en este caso, el narrador de historias- con el gusto marcado por los episodios singulares; el libro es entretenido y muy informado (como pide la narrativa de hoy) y yo sigo leyéndote con gusto, pues me deleita tu atención sobre los detalles. (05-2012)

Ricardo Picasso

¿Podrías hablar de esa delgada línea entre realidades, mundos fantásticos, personalidades escindidas que se aprecia en tu narrativa que ahonda con gran fuerza en lo psicológico?

Ante todo debo agradecer a Graciela Licciardi por convocarme junto a tan prestigiosos narradores y a Marta Castagnino por alentarme para que escriba cuentos hace alrededor de cuatro años. Así comencé con el taller de escritura de la Asociación de Médicos Municipales coordinado por la licenciada Andrea Delfini. En varios de mis cuentos se desdoblan los personajes, juego con lo disociativo, con los espejos, con los contrarios enfrentados, la razón y la sinrazón, el arrojo y el temor, la reflexión de la subjetividad. Todo ello me divierte, es un hermoso juego y me ayuda muchísimo en el ejercicio de mi profesión de médico psiquiatra. Me ayuda especialmente para comprender la paciencia que tienen que tener todos mis pacientes para comprender mis propias locuras.
En definitiva, siento una gran alegría por compartir con todos ustedes este gratísimo momento.

Cristina Pizarro

¿Cómo se refleja el tiempo en tu búsqueda narrativa y qué logros te permite alcanzar ese buceo en realidades paralelas? ¿Cuál es tu visión de la dimensión de la que el tiempo forma parte?

Pienso que en mi búsqueda narrativa se refleja un tiempo recobrado. Es el relato de distintas historias cuyas tramas y estructuras me permiten trazar una identidad narrativa y la construcción de la subjetividad.
Hay un tiempo recordado, un tiempo soñado, un tiempo imaginado en ese tiempo recobrado, en el que los hechos reales se tornan fantásticos.

También hay un tiempo de desazón, de agotamiento, de opresión y un tiempo de sosiego, calma, serenidad. Se relaciona con el proceso de la creación que va del caos a la iluminación.

Permanece y predomina el sentimiento del amor en las dimensiones del tiempo y del espacio.
Es el tiempo del vivir, de la existencia, es el tiempo de la soledad del existir, de la finitud, de lo efímero, la decrepitud, la vejez, la muerte, la eternidad, plasmada en el deseo inconsciente de la inmortalidad.

Los personajes luchan por contrarrestar la soledad. Ulises experimenta distintas frustraciones amorosas y se refugia en lo onírico. Gertrudis vive el éxtasis contemplativo por el arte. Rosendo halla su resurrección en la fusión con la naturaleza. Filomena soporta la decrepitud de los que la rodean y padece el desamparo de la vejez. Francisco muere por el desamor y la rivalidad de sus hijos. Giulio se exilia en su propia lengua materna y no logra comunicarse con los demás.

En los versos finales del poema “Piedad” de Lirios prohibidos, 1998 (59) expresé:

“Porque estamos hechos con la sustancia de las horas
quiero destruir las líneas sucesivas del tiempo
y crear en la eternidad
las vidas de un ciclo interminable.”

Vilma Osella

¿En qué forma te permite el género epistolar expresarte en tu narrativa, y qué significa Juanele en tu vida?

Voy a empezar por contestar la segunda. A juan L Ortiz yo no lo estudié en mi curricula. Lo aprendí a conocer cuando empecé a frecuentar los foros entrerianos. Era tan fuerte la figura de él y el sentimiento de la gente hacia él que me movió curidosidad. Así empecé a leerlo y a comentarlo con mis amigos, por ejemplo Luis María Sobrón, quien tenía especial devoción por ese Juanele de la pipa larga y la mirada en lejanía. El que se iba en una canoa al medio, a la intersección del los ríos Uruguay y Paraná, a las lagunas cercanas y fondeaba largas horas mientras se regodeaba con la vista de su alrededor. Juanele tiene toda esa naturaleza en sus versos, tiene también una poesía social importante y un deseo de infinitud, una mirada al infinito. El amaba los simbolistas franceses y yo… ¡ me enamoré perdidamente de Mallarmé, Claro que él nunca se enteró pero ni hacía falta. Y yo me identifiqué con Juanele porque a todas esa cosas le canto también yo, salvada las distancias. A ver, no estoy diciendo que me comparo con él sino que me identifiqué con él. Me emparenté y, a partir de ahí, lo quiero bastante.

En cuanto al epistolar es un género olvidado y sin embargo muy interesante para mover los personajes como lo hacemos en un cuento. Es lo que pretendí hacer en esas cartas. Y me moví con toda comodidad y creo que están bien perfilados. Es una vana pretensión de rescatar el género como válido. Estas cartas no las escribí para este libro. Dormian el sueño de los justos: las escribí en un mayoriía en 2005 y las leí con Cristina Pizarro quien insistía en la necesidad de su publicación. Cartas ¿ quien va a leer cartas? me preguntaba. Ahora aparece Graciela Licciardi con esta propuesta y ubiqué algunas. Las otras esperan. Ya voy a ver qué hago con ellas. ¿ Te contesté? Ah sí, muchas gracias!!!

Isabel Krisch

¿En qué medida influyen lo ancestral y el humor en tus cuentos? Es notable la diferencia entre tu poesía y tu prosa por ese toque cómico. ¿Cómo explicás esa diferencia?

Cuando escribo poesía, ésta nace en mí de una manera natural, sin proponérmelo demasiado y me permito la palabra sobre aquello que me angustia o me preocupa como eso íntimo y visceral que no se puede explicar. Y es por esto que tengo una teoría que reafirmo cada vez que se me pregunta y que es que “en la poesía, el escritor no puede mentir”, aunque se lo proponga. El lector fino y avezado sabrá leer en el detrás de la metáfora la herida del poeta.

En la narrativa me esfuerzo por contar algo que pasó, un hecho verídico o una anécdota propia o ajena con la intención de que se acerque a un formato cerrado. No sé inventar, sólo sé que puedo ser un instrumento de concreción de un hecho real que conmueve. Es decir, siento que no tengo la imaginación para recrear algo que no haya existido. Con una historia que se me muestra, sí, le doy forma y color y lo cierro como un cuento. Todavía no he abordado la novela, aunque ella ya se me esté insinuando.

En el caso particular de estos cuentos que fueron a la antología: UN ARTE CONTADO, en realidad, no son todos cómicos. El único que, tal vez, llame más la atención por su tono chispeante y divertido, es “La Obra de Teatro”, que también es una historia real, obviamente, modificada y adaptada; pero, en esencia, real. Y es uno de los tantos episodios que me contó un señor al que le escribí la historia de su vida. Alguien muy particular, como un ángel, con quien compartí un viaje en micro desde Mar del Plata a Buenos Aires. En el trayecto, me fue narrando el transitar de sus ochenta y ocho años, lo que hizo que dicho viaje sea infinitamente ameno y corto. A partir de allí, entablamos una amistad, extraña y maravillosa, que concluyó en un libro de factura y cuerpo literarios.

Don Antonio, como se llamaba el señor, falleció pocos años después, dejándome muchas de sus enseñanzas, de su fino humor y, sobre todo, la certeza de que yo podía escribir narrativa. De que puedo ser el vehículo, el instrumento, para aquellas personas con historias de enorme riqueza, pero sobre todo con la profunda sabiduría que dan los años y los deseos de trasmitir. Con la intención de dejar ejemplo y maestría.

La Literatura me ha dado, entonces, además de esa posibilidad de contar aquello que no puedo evitar a través de la metáfora, la herramienta para ayudar al prójimo a concretar su sentido de perpetuidad. Y esto es para mí una de las mayores bendiciones que he recibido.

 

Alejandro Drewes

¿Cómo se manifiesta en el marco histórico y personal de tu narrativa el sentimiento trágico de la vida?¿En qué medida es importante la intertextualidad en los cuentos publicados?

Mi verbo será quedo y breve” (Eliot, la Tierra Baldía, Canto Tercero). Quien escribe, y quien escribe poemas, da cuenta absoluta de la tragedia de existir, de la rajadura de los mundos y de todas sus infinitas desolaciones. Da cuenta de los muertos idos y del muerto que carga consigo. Y acaso de la espalda de humo de un dios demasiado lejano.